Notas sobre lo expuesto por los ponentes en la mesa de debate 1: “El papel de las administraciones públicas en los futuros del libro”.
Javier Palacios ( Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía)
El objetivo de la admon debe ser apoyar a la industria cultural en todos los sentidos.
Los editores deben ir definiendo si papel en el nuevo escenario.
No se cuál será el papel en el futuro de las librerías pero parece que la especialización es el camino para avanzar.
Su papel es importantísimo en muchos lugares pues constituye en muchas ocasiones el único punto cultural.
Las propuestas de edición se han reducido en un 50% dentro de la Consejería de Cultura de la J. Andalucía y dentro de esas obras al menos el 50% serán en soporte sólo digital.
Txetxu Barandiarán: (Asesor de Cultura del Gobierno Vasco)
Enfoque al ciudadano
Innovación
Crear espacios de encuentro
Impulso a la cultura
No hay industria cultural sin creadores
Es necesario tener un tejido industrial cultural con iniciativa privada consolidado
En el sector del libro:
Definición de la visualización de los productos digitales en las bibliotecas públicas.
Adaptar la maquinaria para fomentar la producción bajo demanda.
Formación de editores en la digitalización y debate de los derechos.
En educación plantear un plan de lectura “post digital”
Desarrollo de análisis cualitativos sobre hábitos de lectura. ¿Qué sucede con la lectura en nuevos formatos?
No se puede basar el futuro de las librerías y los modelos de ayudas sólo en las compras públicas de bibliotecas. Es preferible apoyar en conocer y formar sobre cómo afrontar el reto digital (no sólo los soportes) que se avecina.
No se pueden poner puertas al campo pues lo digital llega , va a llegar y se quedará.
Efecto perverso: Lo urbano puede sobre lo rural. Los usuarios de los bonos se van más al medio urbano que rural.
Mª Luisa Amores: ( Presidenta de la Asociación de Editores de Andalucía AEA)
Cada vez se edita más tanto en las iniciativas públicas y privadas.
Estamos en tiempo de cambios y de crisis y la administración debería dejar espacio a los editores profesionales y no hacer competencia “desleal”.
Desde 2005 se firmó un convenio de coedición entre la AEA y la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía que no se ha desarrollado.
Las políticas transversales son fundamentales en estos momentos. De esta forma se congregan las administraciones y las empresas buscando sinergias entre las industrias culturales. El FICA de 2008 fue un buen ejemplo y habría que darle continuidad.
PAPEL es otra institución donde se debería fomentar más estas políticas de actuaciones conjuntas de todos los sectores del libro:, editores, distribuidores, libreros, artes gráficas, medios de comunicación como RTVA.
Biblioandalucía.com es un buen ejemplo de iniciativa novedosa para la difusión de los contenidos andaluces en todos los formatos como el eBook.
El acercamiento entre editores y libreros es clave en estos momentos.
Pepe Jaime Serrano ( Vicepresidente de la FAL Federación Andaluza de Libreros).
El sector del libro adolece de ayudas y no tiene efectividad desde un punto de vista social. La percepción es que todas estas acciones culturales quedan alejadas del ciudadano medio.
Las iniciativas son buenas y se está avanzando pues el sector es considerado estratégico pero a la vez existen incongruencias.
Se potencian ayudas al sector librero a través de las comunidades autónomas como ejemplo de sector a proteger pero la realidad es que en la mayoría de los casos las ayudas no llegan.
Especialmente en las compras de las bibliotecas. Concursos, descuentos etc… hacen inviable que pequeños libreros puedan optar a muchas de las compras institucionales.
¿Qué libreros están vendiendo realmente a la administración pública? Sería adecuado hacer un análisis de esto.
¿Qué sucede en el futuro? Estamos viviendo una vorágine bestial en la que parece que el papel va a desaparecer y los hábitos de lectura también.
Realmente si el futuro es el que se anuncia entonces las librerías desapareceremos en 15 o 20 años.
¿Por qué las administraciones están apoyando esta conversión? ¿cuál será el papel del librero? parece que lo que se está potenciando es la venta de dispositivos de lectura electrónicos .
Se está empujando a los ciudadanos a comprar dispositivos que probablemente en un tiempo corto queden obsoletos.
Mañana hay una presentación oficial en Madrid, de una plataforma digital de la unión de varios grandes grupos editoriales para vender a través de librerías.
¿Qué hace el librero como intermediario aquí? Estamos dispuestos a vender soportes digitales pero creo que este no es el camino pues parece que nuestro papel como intermediario carece de sentido.
Ahora también parece que el soporte de lectura y estudio va a ser un soporte electrónico. La escuela 2.0 y el apoyo hacia la informatización de las aulas va también en detrimento de los libreros.
Tras los libreros vendrán tal vez las bibliotecas. ¿para qué será necesario un edificio repleto de libros cuando todo esto puede estar en un servidor?
