EL verano ha comenzado y con él las ansiadas vacaciones escolares. Atrás quedaron los madrugones, las clases de matemáticas y los cuadernillos de caligrafía. Es tiempo de descanso, de diversión y… de vivir mil aventuras leyendo cuentos. Hasta septiembre los libros de texto deberían ceder el testigo a los cuentos y a las historias fantásticas, sin embargo, hay muchos niños que identifican la lectura con estudiar y la abandonan durante las vacaciones estivales perdiendo destreza para afrontar en septiembre el nuevo curso.