Vía: www.noticias-oax.com.mx
JORGE RICARDO
AGENCIA REFORMA
MÉXICO, DF
alternativos: en 2007, la empresa de venta en línea Amazon -que inicio como librería virtual- puso a la venta un delgado aparato que asemeja a un iPod: el Kindle, del tamaño de un libro de bolsillo pequeño, que permite leer publicaciones digitales a través de su pantalla y que tiene la capacidad de almacenar cerca de 200 obras literarias.
Este «gadget cultural» se suma como punta de lanza al grupo de los e-books, en el que están aparatos similares, como Sony Reader PSR-505, Cybook Gen o e-Rocket book. La novedad en el Kindle es su base de datos en línea de 120 mil libros, que supera ampliamente a la de sus competidores, y su mejora en las modalidades de subrayado, apartado y anotaciones. A su vez se conecta de manera autónoma a la red, evitando su paso por una computadora para descargar libros: ello ha frenado su salida del mercado estadounidense, pero sólo falta que los sistemas de telefonía celular hagan los convenios necesarios para dar cobertura fuera de EU.
«Se trata de una aplicación al sector del libro de la irrupción de la tecnología», dice Fernando R. Ortega, editor de publicatuslibros.com, sitio de internet que promueve y publica libros electrónicos.
Esta irrupción, aunque no es reciente, se perfecciona en busca de mayores ventas y a su vez transforma la industria editorial.
«El desarrollo tecnológico ha sido tan vertiginoso que los contenidos ya no se identifican exclusivamente como el objeto libro tal como lo conocemos desde hace 500 años», dice el director Ediciones Generales del Área Norte de Santillana, Fernando Esteves.
ESCUCHAR LA LITERATURA
Por otro lado, se ha dado un nuevo auge de los audiolibros: a partir de 2008 la editorial Santillana ofrecerá en México audiolibros al estilo de los MBook3 que lanzó Random House Mondadori (RHM) el año pasado y que ahora se prepara para publicar libros electrónicos para el naciente mercado de los e-books.
Los libros científicos, los diccionarios, los jurídicos o enciclopedias impresos desaparecerán por el costo de actualizarlos constantemente, sostiene.
De diciembre del año pasado a marzo de este año, RHM vendió unos 9 mil 500 de los MBook3 que había lanzado, el 95 por ciento de su tiraje inicial.
«Tuvimos un éxito rotundo, fue un golazo», señala Pedro Huerta, director general de RHM y miembro del Consejo Directivo de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM).
Los primeros títulos lanzados fueron de superación personal y de negocios, sin embargo, la editorial ha comenzado incluir otro tipo de literatura, por ejemplo, Ciudades Desiertas, en voz de su propio autor, José Agustín.
Con el MBook3, explica Huerta, se reducen los costos: si no se vende, se puede regrabar. El editor espera que en 2009 la CANAIEM invite a sus socios a incursionar en ese mercado.
Según la organización Audio Publishers Association, en todo el mundo la venta de audiolibros creció 6 por ciento de 2005 a 2006, y tuvo un valor estimado de 923 millones de dólares.
El documento «Actividad editorial. Libros 2006» de la CANIEM, reporta que de 2005 a 2006 los editores mexicanos publicaron 420 títulos y se vendieron más 2 millones de ejemplares en soportes distintos a impresos, un incremento del 42.5 por ciento.
Pese a que, según el estudio, el volumen de audiolibros disminuyó a la mitad en ese lapso, Huerta confía en que el mercado de audiolibros en México alcance un 15 por ciento del mercado. Anualmente RHM lanzará 24 títulos.
‘TINTA ELECTRÓNICA’
En 2007 existían en México 23.7 millones de internautas, 17.2 más que el año anterior, según la Asociación Mexicana de Internet: esta disponibilidad de computadoras y de aparatos requiere también de nuevas maneras de oferta editorial.
Creada en 2003 para la publicación exclusivamente de e-Books, la editorial mexicana gratuita Crunch! Editores ha llegado a contabilizar 500 descargas mensuales de un catálogo de 36 títulos en formato PDF.
«Las nuevas tecnologías como la de la tinta electrónica representan buenos antecedentes de lo que puede pasar en el futuro de la lectura y de la industria editorial», dice el creador de Crunch! Editores, Carlos Gutiérrez Vidal.
Los portales en español publicatuslibros.com, Crunch! Editores y e-libro.net pretenden además romper el cerco que imponen las editoriales tradicionales a nuevos escritores: ahí cualquiera puede publicar de manera seria, aseguran, desde tesis doctorales, hasta libros de poesía.
«Por tratarse de un proyecto independiente, que no tiene costos de producción», dice Gutiérrez Vidal, «podemos publicar aquellos libros que las editoriales comerciales no pueden darse el lujo de ofrecer».
«Estamos apuntando hacia una nueva generación de lectores, que si bien pueden ser consumidores de libros impresos o no, ya están acostumbrados a leer en pantalla o a través de dispositivos electrónicos», agrega.
El editor de e-libro.net, Eduardo Varela-Cid, dice que el portal sirve para promocionar a autores que aún no han logrado pasar por el «desierto» de los agentes literarios. Con sedes en Santa Fe, Argentina, y Miami, la página tiene 30 mil títulos y el 80 por ciento de sus autores publican por primera vez.
Desde la página Oyelo.com, con sede en la colonia Roma, Emmanuel Michán se dedica a la venta de Audiolibros a través de internet.
«Cada una de éstas nuevas tecnologías están ‘comiéndose rebanadas del pastel’ de la industria editorial», dice Michán, cuyo sitio ha tenido de septiembre de 2006 a la fecha 3 mil 997 solicitudes.
«Ofrecemos condolencias por la vieja librería», reza una leyenda en el sitio de Crunch Editores.