Son numerosos los sectores económicos en los que la crisis ha provocado caídas y lágrimas. El del libro no se ha salvado de la tormenta y los citados récords negativos en la tirada media y en los ejemplares editados se suman a la caída de las ventas y a la devolución de obras no vendidas. En realidad, la disminución de la tirada media por libro, que se colocó en 2010 en 1.734 ejemplares, no hace sino confirmar una tendencia a la baja que se ha mantenido constante en los últimos cinco años. Desde el récord positivo de 2005, una media de 4.420 copias por libro, nada ha podido evitar el descenso paulatino, año tras año, hasta el dato de 2010.
Algo parecido ha experimentado el número total de ejemplares publicados. Eran 281 millones en 2005 y fueron tan solo 132 millones el año pasado. Entre un punto y el otro solo se han registrado descensos, salvo un repunte en 2008. Respecto a los 183,9 millones de libros editados en 2009 la pérdida ha sido del 28,1%.
Más en general, solo el 3,7% de los libros alcanzó una tirada superior a las 5.000 copias. Lo que se mantuvo igual respecto a los años pasados fue la extensión de la mayoría de los textos publicados en 2010: poco menos de uno de cada tres tenía entre 101 y 200 páginas. Además, la edición de los volúmenes de más de 1.000 páginas disminuyó un 34,8%.